miércoles, 28 de julio de 2010

Los chakras y la alimentación.

QUÉ SON LOS CHAKRAS
Muchos amigos ya conocen los chakras, pues es un elemento con el que se actúa en diversas disciplinas y escuelas, como Yoga, Acupuntura, Reiki, Meditación, Tantra...y también en macrobiótica, solo que en macro se actúa sobre ellos empezando siempre por la alimentación y los hábitos de vida cotidianos y vulgares… comer, beber, leer, dormir, ropa, cambiar de trabajo, cambiar de compañías, viajar a un lugar o a otro, etc.

Aunque nuestros sentidos perciben un cuerpo muy sólido y real, esta no es su naturaleza auténtica, lo cual no quiere decir que no exista nuestro cuerpo., solo que no existe tal como lo percibimos, o al menos, no solamente tal como lo percibimos.

Si colocamos un imán bajo un cristal y tiramos unas limaduras de hierro sobre el cristal, estas tomaran una posición siguiendo el campo magnético del imán. Si quitamos el imán podremos esparcir las limaduras de hierro de cualquier manera y no tomarán una forma.
Nosotros no vemos ese campo magnético, solo vemos el efecto. Algún hombre con la sabiduría intuitiva despierta dedujo de esa observación que hay otras fuerzas o realidades que no podemos observar con los sentidos corrientes; o, al menos, no puede la mayoría de los humanos de nuestra era.
Con la manipulación de las energías electromagnéticas empezó la “caída de los dioses” tradicionales y la hegemonía del dios “ciencia y tecnología”.

Entre el cielo y la Tierra, todo existe sumergido en un infinito campo electromagnético con infinitos campos más pequeños bailando unos con otros. Nuestro cuerpo es uno de esos campos que bailan en medio de campos mayores, como una gota de agua en el océano. Cuando ese campo deja de funcionar dejamos de existir. Nuestro cuerpo se esparce y desintegra, como las limaduras de hierro.
A esta “energía” es lo que comúnmente se le llama el espíritu, el ”KI”o “CHI” en oriente, el “PRANA” en India, o si lo deseamos podemos llamarlo como más nos guste, siempre que no intentemos obligar a los demás a llamarlo también como nosotros queremos.
En el centro de nuestro cuerpo chocan las energías que bajan del cielo y las que suben de la tierra y se forman unas espirales de energía a las que llaman Chakras en Oriente.
Como en occidente no existía tal conocimiento, hemos adquirido el mismo nombre, pues en macro buscamos simplificar y armonizar lo que hay, en vez de inventar más nombres.
La ciencia no ve con sus microscopios electrónicos ningún objeto al que pueda llamar energía, solo ve el efecto. La luz, las partículas preatómicas, el magnetismo...son efectos.
La comida diaria, la bebida, el aire, los colores del entorno, etc. también son campos espirituales con los que estamos interrelacionados y que nos afectan de un modo u otro.
En la macro, como en otras disciplinas y artes, le damos igual importancia a los análisis científicos y tecnológicos que a la energía o espíritu de cada fenómeno que se nos manifiesta a la conciencia.
Buscamos que nuestro espíritu, el de nuestro hígado y el de cada célula del cuerpo esté en armonía con el espíritu de la tierra y del universo o cielo. Cuando esto ocurre desaparece cualquier enfermedad, dolor, conflicto, sufrimiento, etc. y se baila… la vida se baila en nosotros.

En el dibujo se representan los 7 chakras mayores. Hay cientos o miles más en todo el cuerpo, pues cada órgano y en todas partes hay espirales de energía en constante movimiento y cambio dando forma y vida al cuerpo visible.

LA COMIDA Y LOS CHAKRAS
Si comemos mucha fruta, por ejemplo, que crece en los árboles, muy lejos del suelo, activaremos más los chakras de arriba y las funciones que ellos nutren, como la imaginación...nos volvemos más estéticos, sensitivos, artísticos, etc.
Comiendo raíces activaremos más los chakras de abajo, como el “Hara”, que nutre la energía de los intestinos, genitales, riñones, etc.
Cuando algo en nuestro cuerpo funciona en exceso o en defecto, lo podemos equilibrar estimulando o sedando la energía del chakra de esa zona cambiando de comida.
Cuando somos adultos, tenemos la capacidad de aprender a transformar conscientemente y cambiar por nosotros mismos lo que deseemos cambiar, lo cual es el juego de los adultos.
Los niños pequeños todavía no conocen los métodos, pues estos se aprenden con el lenguaje, de modo que dependen totalmente de lo que le damos de comer y de la energía que le transmiten los mayores con sus manos, su mirada, su voz, etc. sus métodos naturales de cambiar son, llorar, gritar, tener fiebre, jugar, toser, etc.
Cambiamos el énfasis en un chakra u otro con nuestra alimentación física y mental.
Cambiamos nuestra personalidad para adaptarnos armónicamente a los diversos y constantes cambios que experimentamos durante toda la vida. Si atrofiamos nuestra capacidad de cambio y nos estancamos hacemos peligrar nuestra existencia.

En esta era cósmica predomina o manda en el mundo la energía tipo fuego, del corazón…....del chakra del corazón. Cuando señalamos al yo, generalmente señalamos al pecho, aunque muchos se identifican más con la cabeza y otros con el vientre.
Tanto en un caso, como en los demás es una mera ilusión por muy real que nos parezca, o se podría decir que es una realidad ilusoria, cambiante, transitoria, condicionada, etc. También se puede decir que es una realidad personal.. que podemos cambiar y que de hecho cambiamos aunque nos resistamos a ello y necesitemos de guerras, accidentes, enfermedades y todo tipo de aventuras.
El principal síntoma del yo en el corazón es el liderazgo en el ranking de las enfermedades circulatorias y muertes por infartos, embolias y pasiones humanas caóticas, peligrosas ,destructivas e ignorantes.

Comiendo como enseña la macro, se come preferentemente lo que da fácilmente la naturaleza en cada estación, lo que resulta en una sensación de armonía y comodidad que no necesita de mucha técnica especial, ni tecnológica, ni física, ni mental. Eso relaja las pasiones.
Se comen algas de mar que no hay más que cogerlas y otros productos tradicionales que han ido creando nuestros antepasados, tras siglos de observación y comprobación de su bondad y simplicidad.
No se rechaza lo moderno sin antes haberlo probado y examinado detenidamente por uno mismo. Se le toma la medida justa y punto.

En el tratamiento de las enfermedades que explicamos en los anteriores artículos, producidos por una falta de energía en diversos chakras, recomendamos evitar al máximo los líquidos, pues estos tienen un espíritu Yin, refrescante, relajante, etc. y para curar estos casos hace falta una fuerte voluntad , más energía tipo fuego, además de un conocimiento o visión más largo que el que nos ofrece la medicina convencional.

Una fuerte voluntad unida al consumo de alimentos no tóxicos y energéticos, como los cereales integrales, hacen el trabajo deseado.
Todos tenemos voluntad, pero esa está más o menos concentrada en función de diversos factores dietéticos, familiares, sociales, climáticos, etc.
Si tenemos la oportunidad de ocuparnos de nosotros mismos durante un tiempo y concentramos nuestra voluntad en adiestrarnos, con la práctica de una disciplina seria, conscientemente elegida y bien aplicada, no hay dificultad que se resista.
Si tenemos una fuerte voluntad pero visiones o emociones violentas, es efecto de comer carne…Habrá que tomar ensaladas y algo de fruta para equilibrar.
En estos casos también nos vamos equilibrando al observar, comprender y practicar una dieta menos extrema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario