lunes, 27 de septiembre de 2010

MACROBIOTICA, BIORRITMOS Y KARMA


En Faceboock hay interesantes debates y aportaciones sobre macrobiótica, de amigos con mucha experiencia y fina visión. Es una gozada tener acceso con tanta comodidad, tanto para escribir como para leer con  calma cuando cada cual tiene su tiempo. Añado el link de algún debate que plantea Simon Brown desde Londres.



Se plantean debates importantes para una pretendida normalización de la macrobiótica, algo que ocurre, pero no ocurre como ocurre en otras escuelas en lo que parece que está más claro lo que está bien y lo que está mal, mientras que en la macrobiótica eso es algo relativo a partir de cierto nivel de experiencia y comprensión. Cada vez se difumina más un supuesto bueno y malo a favor de YinÝang y transformación continua.
Al ser la macrobiótica una escuela muy joven no ha tenido tiempo de desarrollar todo su potencial y, al menos yo, he necesitado echar mano de otras escuelas para interpretar fenómenos sutiles. Luego he intentado traducirlos o integrarlos a la Macrobiótica y las Leyes Universales del cambio para poder usarlas a la hora de ayudar a otros, más allá de la parte nutricional, fisiológica o energética.
Utilizo la palabra biorritmos y karma, pero de un modo muy mío, que puede no coincidir con los propietarios de de estas palabras. Espero que no se me ofendan por ello. Karl Jung buscó en la jerga alquimista y del tarot y usó su simbología a su manera en la formulación de la Psicología Transpersonal. No estoy por la labor de inventar más palabras, como hacía Raimón Panikkar con su ser “cosmoteándrico” o su momento “tempiterno”. De todos modos, los macrobióticos ya usamos la jerga Yin-Yang del Taoísmo, la Teoría de los 5 Elementos y otras jergas más modernas y antiguas.

Biorritmos y macrobiótica.
Aunque parece ser cosa de astrólogos y astrología, yo lo aplico en los ciclos naturales de desarrollo del juicio de un ser humano, independientemente de su erudición y circunstancia, es decir.. Niñez, la infancia, adolescencia... los ciclos de 7 años.
La teoría o hipótesis, a demostrar con la supervisión y comprobación de muchos, es que en el final y principio de un nuevo ciclo de 7 años, por ejemplo a los 21, 28, 35,42... se tiene más activo el arquetipo del “inocente”, el de no-saber, como un bebé recién nacido. Alguien que aparezca a pedir consejo por cualquier problema, normalmente no lo hará en este momento, que es un momento que más bien pide “protección”, confianza, etc. No pide aprender, o guía para seguir el camino, pide que lo curen o le resuelvan el problema sin otra participación que la de poner su cuerpo en manos del terapeuta, consultor macrobiótico, gurú o médico de turno. Aquí es donde quizá metería lo del karma... Que a un “inocente”  le toque un gurú sectario, un buen maestro, una madre sabía, etc. Como su momento es no-saber, no puede elegir nada y algo ocurre mágicamente que une o atrae a dos personas, como si hubieran sido elegidos en ese momento el uno para el otro o hacia algo, por alguna fuerza no voluntaria, que los macrobióticos llamamos atracción Yin-Yang, y varios llaman “señales” y cosas por el estilo. Lo que está más allá de lo conocido, intuimos que existe y lo atraemos.
Desde la fase neutra inocente se pasa a una fase Yang, dinámica, de acción e iniciativa propia hasta mitad del ciclo de 7, por ejemplo de los 21 a los 24 años. Añado que es fase yang en el aspecto de acción e iniciativa, pero yin en la dirección ascendente (Yang impulsa Yin, como el fuego (yang) dispersa (yin)la materia en energía.
Luego que  la fase yang-ascendente llega a su cénit, viene una fase descendente –yin-, de integración y de soltar o dejarse llevar, en vez de llevar la iniciativa de nuestra personalidad. Al final de un ciclo hemos perdido la inocencia inicial y volvemos a un nuevo nivel de inocencia y no saber.
En el proceso ascendente hemos pasado del arquetipo del  “inocente” al “colgado”, que toma conciencia de su no- saber y luego al “vagabundo” haciendo experimentos sin saber bien adonde va. En el cénit está más activo el arquetipo del “Guerrero”, que lucha y debate por su verdad. Luego, en descendente, viene “el mártir” ... resultado de haber luchado y acabar agotado por lo que cree. Luego se pasa por el arquetipo del “Santo”.. algo así como estar en paz sea cual sea el resultado de nuestro proceso. Y para acabar, el arquetipo del  “mago” o “sábio”.. que se lo mira todo y se da cuenta de sus engaños, limitaciones y de lo que realmente ha aprendido en positivo... Y a empezar otro ciclo desarrollando cada vez una visión más sutil y compleja de la existencia... eso que se dice de que el “diablo sabe más por viejo que por diablo”.

A la hora de hacer de consultor macrobiótico o plantearnos la normalización de una ética macrobiótica hemos de afinar mucho para no caer en crear una nueva religión dogmática moderna y eso sólo lo podemos hacer debatiendo y compartiendo nuestra perspectiva y visión a escala global, desde todos los rincones del mundo.
Ya tenemos una jerga común para lo más burdo y sutil, como Yin-yang, 5 Elementos y la nutrición y una diversidad de ejercicios y métodos caseros, corporales y manuales de manejar el ki, aplicando los principios y la teoría de las Leyes de Transformación. Según mi opinión, eso nos lleva hasta lo que el Budismo Mahayana llama Liberación o Iluminación menor. La que se obtiene de comprender intuitivamente la relación dependiente de todo en el Universo, aunque no los conozcamos todavía.  Osawa ya decía que esto es el principio del camino con una nueva visión de la vida, no el fin de la macrobiótica. La vida empieza a ser “Macro”, tras esa experiencia intuitiva que impide para siempre volver a ser dogmático.
A partir de aquí me tengo que apoyar más en la jerga budista de los distintos niveles de desarrollo de visión o bodhichitta que hacen que un profesor macrobiótico pueda ayudar a unos pocos o a millones de personas. A fin de cuentas el fin es ese, AYUDAR a los demás, como una célula sana de nuestro cuerpo es una ayuda para todo el cuerpo.
Hablando de afinar la visión, veo que muchos amigos macrobióticos sostenemos sin duda, que lo que llaman enfermedad no son más que efectos, que a su vez tienen una utilidad si se canalizan correctamente. Para eso se va desarrollando con los años una visión cada vez más clarividente del karma de una persona, una raza, una especie, etc. ...   de donde vienen esos efectos... además de comer caóticamente y llevar un estilo de vida nocivo o destructivo. Ver de donde viene y ver la utilidad, de modo que se canalice hacia y con satisfacción y no con más miedo ni rigideces. Jesús o los evangelios conocidos lo dicen en el milagro del ciego-sordomudo, etc. .. No buscar culpables sino para qué sirve.. y va, le ordena que vea, oiga y hable y el otro obedece... Dudo que ningún macrobiótico sea capaz ni busque hoy día hacer milagros de este tipo y convertirse en un dios para otros. Quizá puntualmente, si coincide un no- macrobiótico en su momento de “inocente” con un macrobiótico en su momento de “guerrero”, pueden ocurrir cosas que se parecen a milagros, aunque no del calibre mencionado, pero fenómenos raros ocurren a la que un macrobiótico se vuelve poderoso. Y con raro no digo que sea bueno ni malo.
Antes hablaba mucho más de comida, de yin-yang, etc. cuando alguien venía a pedirme consejo de macrobiótica. Ahora veo si ese alguien necesita esa “enfermedad”, proceso, efectos, o como lo queramos llamar para sanar su vida, las tendencias adquiridas, familiares, sociales y las “culpas” inconscientes o kármicas que duermen en su mar de agua.
Los 2 años que estuve conviviendo diariamente con Gueshe Tamding, un lama de la edad de mi padre, 30 más que yo, que había sido monje desde los 7 años ocurrieron en mi fase descendente.. la del mártir y santo, con 36-38 años. Primero haciendo el harakiri a mi orgullo y dejándome enseñar (no sin dar cierta guerra al principio), luego experimentando una paz clarividente en la que no me hacía falta saber el mismo idioma u otro idioma para entenderme con el lama en las cosas espirituales y luego entendiendo el funcionamiento de cómo trabajan los lamas con los 5 elementos utilizando la mente, rituales, visualizaciones, formas, gestos, etc. ... Entonces el lama me llevó a Barcelona a tomar la iniciación de Kalachakra con el Dalai Lama y un montón de lamas y monjes más. En esa iniciación recibí permiso para enseñar Tantra. Luego me fui a Londres una temporada y al regreso pude ver la utilidad de todo eso a la hora de la muerte en poco tiempo de mi padre, una hija, una prima cercana y a la hora de tratar y ayudar a amigos macrobióticos con problemas de culpabilidades y visiones más cortas. También a toxicómanos, gente con sida y otros etiquetados con distintas “desgracias” que resultaron estupendas oportunidades para mi y para el que me traía la vida.

Las cuestiones de “normalizar” una ética macrobiótica o una formación aparecen ahora y me serán útiles en cuanto tenga mi centro de retiros en Aguinaliu. De momento, me tengo que adaptar al nivel de la gente que me rodea y recomendar que no me crean ni sigan sin escuchar y leer a otros macrobióticos, a Michio Kushi, Osawa.. y tener diversas perspectivas para entenderme sin dogmatismos. Evidentemente no puedo cobrar nada por esto pues no enseño nada, más bien rebato dogmas y hago que cada cual aprenda por si mismo. Eso si, de meter miedo nada. Siempre digo que una enfermedad no es algo a atacar, es un efecto a comprender y una oportunidad para aprender y evolucionar. Si lo que buscan es un guerrero que les mate un síntoma todavía tiene que ir a los médicos y curanderos naturalistas.

lunes, 20 de septiembre de 2010

DEJE DE CULTIVAR EL CEREBRO-ESPONJA, POR FAVOR

Si no fuera por que me dedico a ello, confundiría el estar tranquilo y distraído con estar más  disperso y atontado. De hecho, muchísima gente confunde relajación con no enterarse de nada... Unos porros, unos tranquilizantes, unas onzas de chocolate o refrescos repletos de azúcar, unos vinos o licores, un atracón de comer ...y..¡La vida deja de ser cruel!
 En el texto anterior descargué mi enfado por ver algo que ya sabemos muy bien todos. El negocio imparable de la enfermedad, ejemplarizado puntualmente en el texto por lo que llaman Alzheimer. Siguen saliendo noticias potenciando la misma visión, la de la lucha. Nada sobre la prevención o las causas o la visión de otras medicinas o artes de desarrollo humano. El resultado de esto es el aumento del miedo masivo que tiene como consecuencia una rendición total, psicológica y espiritual, a seguir financiando la gran industria farmacéutica, química, alimentaria, etc. Salvo para unos pocos que no se dejan adoctrinar por dogmas e investigan por si mismos, por ningún lado se adivina que son esas industrias las que están contribuyendo a podrir los cerebros del personal.
De los varios artículos de prensa últimos, he elegido el amenazante o victimista que sigue:
http://www.adn.es/local/valencia/20100920/NWS-0839-AFAV-Alzheimer-personas-jovenes-afecta.html
 No lo he elegido por meter miedo, estar más agobiado e ir más al médico. Lo hago PARA AYUDAR A TOMAR CONCIENCIA de que ir dejando el cerebro como un queso de gruyere es consecuencia de seguir a la masa adoctrinada por la propaganda del consumo moderno. Sobre todo de la mierda artificial que llaman comida y bebida, además de drogas, medicamentos, azúcar, grasas trans y algunas otras cosas que ya se empiezan señalar con timidez como peligrosas.
Si nota que le falla la memoria y no le afecta lo que pasa en el mundo, refugiado en su TV, su chocolatito, sus coca colas, pastelitos, sus charlas amables y cariñosas pero superficiales... Puede que eso ya le esté bien (Si no me entero no sufro).. PEEEERO.. El atontarse y tender a cerebro-esponja tiene sus riesgos. Quizá no duela irse volviendo senil, pero el problema no está sólo en el cerebro. Hay riesgos de derrames cerebrales y embolias en cualquier sitio y también otros efectos que duelen mucho. Además causa un gran dolor a los demás tras experimentar algo invalidante. Sus amigas superficiales le traerán más pastelitos y aparentarán mucha amabilidad, pero estarán contribuyendo a su creciente estupidez y senilidad, a no ser que por una vez aprenda a decir NO y entender y sentir la amabilidad de otro modo, más enraizado en vivir que en las modas, costumbres y apariencias sociales urbanas de Europa y USA.
Estuve el tiempo suficiente entre ricos y famosos, en Londres, como para sentir en directo la mierda de salud, amistad y otros valores que vive la "gente guapa". Los dioses y semidioses que hacen de icono a la sociedad de consumo. Que lo vivan ellos, que son millonarios y es la cruz que les toca llevar por serlo, ya les vale. Pero si no se es millonario no hay porqué sufrir los mismos problemas que los ricos y famosos, a los que nos venden como modelos de humano ideal.
Hay un mundo real, desde siempre, en el que sus habitantes no se vuelven seniles consumiendo masivamente músicas de otros, comidas cocinadas por otros, salud de otros.. Un mundo en el que no se vive de 2ª o tercera mano. Sé usa el cerebro propio, se canta, se baila, se cultiva, se cocina, se ama y se es amable sin remilgos superficiales... Eso incluye debatir y discutir en vez de seguir dogmas sin entenderlos..
Si le toca un familiar tendente a cerebro-esponja y es Vd. su proveedor de comida, vd. está contribuyendo.
Si tiene amigos o familiares tendentes a cerebros seniles y les regala palabras bonitas, pastelillos, refrescos azucarados, drogas, muchas distracciones y placeres idiotas... Vd. está trabajando para el negocio de la enfermedad en la tierra.
Deje de trabajar para ese negocio y deje de senilizar su cerebro. El mundo necesita de gente saludable, sabia y valiente y eso tiene sus causas. Se empieza por desearlo y se sigue con una práctica de cambio de hábitos de consumo en el que desaparece o se minimiza lo antes posible el azúcar, las drogas, los estimulantes, el café, los refrescos, chocolate, pasteles, comida basura y otras varias cosas.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Alzheimer. Otra ilusión del gran negocio de la enfermedad.

Hoy, 9/10/10, publican los medios de comunicación al servicio, voluntario o no, del gran negocio de la enfermedad, otra de las “hazañas salvadoras” del negocio. En titulares “Científicos de Oxford descubren que dosis masivas de Vitamina B pueden retrasar el avance del Alzheimer”. 
 Un macrobiótico medio experto o poco más que novato deduce que los que padecen  el efecto llamado Alzheimer, han estado durante mucho tiempo alimentándose y llevando un estilo de vida con predominio de Yin (cosas que producen mucha expansión, dispersión, excitación...) tipo azúcar, refrescos azucarados, helados, café, comida química, medicamentos, drogas, añadidos químicos, comida refinada, vida sedentaria, etc.
Quizá, el estudiante macrobiótico, no sepa que le han puesto el nombre de Alzheimer, ni falta que le hace... Dispersión, falta de memoria, atontamiento... Es claramente un exceso de Yin o deficiencia de yang. Es algo que se puede observar sin necesidad de ningún médico ni de ponerle un nombre. Así han funcionado los médicos orientales durante siglos, no poniendo nombres y buscando una droga milagrosa. Los occidentales le ponen un nombre. Con el nombre crean un enemigo que mete mucho miedo. Si ven negocio en ello investigan como matar ese enemigo inventado y hacer un gran negocio con ello, de lo contrario no les interesa.
En la época colonial observaron que los nativos que se habían pasado a comer estilo europeo, con el arroz blanco como base de su dieta, enfermaban con unos síntomas a los que les pusieron otro de sus nombres.. el Beriberi. Con el tiempo, también observaron que ningún nativo que seguía comiendo el tradicional arroz integral cada día, experimentaba esos síntomas o efectos que llamaron Beriberi. Les dieron salvado de arroz a los enfermos y se curaron. Pensaron que había algo en la piel del arroz integral y lo llamaron Vitamina B. A los médicos no les dio por recomendar que volvieran a comer arroz integral, como siempre. Si alguno recomendó volver a lo tradicional fue expulsado de vuelta a Europa para que no les fastidiara el gran negocio de tener esclavizada a la gente sin látigos, con la alimentación refinada industrial que enferma y luego con las vitaminas que sacaban de la piel del arroz integral para aparecer como los salvadores. Sin los salvadores farmacéuticos no había garantías de salud ni salvación. La ciencia era el nuevo dios esclavizante.
El exalcalde Maragall, vive bastante positivamente su evolución de su gradual pérdida de memoria. Es una opción tipo budista tradicional.. Aceptar lo que te pasa con actitud positiva. A fin de cuentas es un tipo de aventura o experiencia como otro cualquiera. No toda aventura es volar en parapente o ir a la luna. Acabar sin memoria tiene su morbo también. El caso es no sufrir. Un budista diría que gracias a ello está limpiando un karma negativo y seguiría igual de tranquilo, salvo por el entorno familiar y social, en caso de verlos sufrir por que el sujeto experimente esos efectos. No es lo mismo sufrir que experimentar Alzheimer u otra cosa.
Desde la macrobiótica es una opción legítima, como otras, y mucho mejor que sufrir. Se puede optar por la inconsciencia que no duele o una consciencia a medida, como parece que hace Dº Pascual. Pero se puede optar a cambiarlo, a cambiar el sentido y dejar gradualmente de olvidar cada vez más. Para un macrobiótico no es difícil. Otro asunto es que lo desee... ¡¡Para lo que hay que ver y enterarse!!... Como decía Santideva en su famoso texto budista, el Bodhisattvacariavatara, - Si puedes hacer algo por solucionar un problema, ¿porqué te preocupas?. Lo haces - .. y - Si no puedes hacer nada por solucionar un problema ¿Porqué te preocupas?.. No ayudará a solucionarlo el que lo pases mal.
Un macrobiótico no se preocupa por los síntomas que llaman Alzheimer, en cualquier caso se sentirá turbado por la frustración del médico, la familia, los amigos.. y tratará de calmar su preocupación, sea siguiendo felizmente su proceso de despiste o cambiando los síntomas, según le de por hacer, que para eso sabe por propia experiencia que es libre y le encanta vivir de primera mano las cosas para ver como cambian, incluido lo que asusta a otros, como el Alzheimer, cáncer u otros efectos de los inventos humanos.
Nuestros padres y abuelos, las personas de la generación de las Guerras Mundiales y postguerras, eran muy fuertes, pasando penalidades y sin tener cocacolas , pasteles, refrescos y otros venenos de acción retardada que llevarse a la boca. Se moría a bombazos, pero no había tiempo de degenerar a la idiotez, el cáncer y otras cosas, salvo los pocos ricos que acumulaban y consumían cada día azúcar, leche, carne... En Bélgica bajo el 90% la incidencia de cáncer al racionar la carne y la leche y comer pan negro y legumbres para que hubiera comida suficiente. (Ver el libro “La Dieta Preventiva del Cáncer”, de Michio Kushi y colaboradores del área de Harvard).
Tras la postguerra se atiborraron de carne y los infartos eran la moda de muerte masiva. El Alzheimer era asunto de alta burguesía y aristocracia senil. La generación siguiente vivieron la masificación alimentaria industrial, el milagro de la abundancia que soñaban los abuelos. Con el milagro venía pegada la maldición.
Ya han nacido con la comida refinada y química en la boca, como quien dice, desde el vientre materno. Éstos, nosotros, desarrollamos Alzheimer cada vez con más antelación o no lo llegaremos a desarrollar hasta ser diagnosticado por los médicos,  por haber muerto de algún otro efecto, con cualquier nombre inventado de enfermedad, de más rápido efecto.
A nuestros hijos (no a los míos) les pasaremos la paranoia sobre un montón de nombres-demonio, como el Azheimer, el odio a estos demonios inventados para seguir buscando armas y seguir peleando para ser un héroe de pacotilla, tipo película de médicos o de soldados o de polis, etc., de las películas americanas.  A pocos se les ocurrirá recomendar comer arroz integral y comida natural para evitar y solucionar efectos degenerativos, como la idiotez, la violencia, el odio.
Mis hijos aprendieron desde antes de nacer a estar en paz con los síntomas que empezaron a experimentar al empezar a ir al cole y empezar a consumir comida basura moderna. En casa no llamábamos al medico para que llamara “Dispepsia gástrica” u otro nombre de culto a un simple “dolor de panxa”, por haber comido demasiadas porquerías en el cumple de algún amigo de padres normales o masivos. En vez de meterles miedo o darles la bronca por haber comido mal, aprovechábamos para que aprendiera sobre causas y efectos y como al dejar las causas desparecen los efectos (1ª y 2ª Noble Verdad del Budismo). Un día sin comer, descanso, relajación, ir al váter.. otro día de estar algo menos espabilado que lo normal y al tercer día felices de la aventura y lo aprendido... Todo fácil, gratis, sin efectos secundarios negativos ni físicos ni mentales y con efectos positivos sobre su crecimiento del juicio humano.  Así practican los buenos macrobióticos, no atacando nombres médicos.. Alzheimer, hepatitis, cáncer, alergias... Eso no es cosa de los macrobióticos.
Los efectos del Sr. Maragall son como los del Sr. Suarez, el expresidentes del gobierno. Seguro que se atiborraban a café con azúcar, entre otros venenos, para aguantar su ilusión bonita. Solo que lo lleva mejor. Debe tener ayuda psicológica moderna, lo cual no ayudará a cambiarlo, pero si a vivirlo positivamente. Si desea superarlo físicamente y recuperar la memoria e ir más allá de los psicólogos, necesita a un macrobiótico experto que controle su comida, el modo de cocinar y otros factores para conseguir un efecto yang, concentrador a la vez que una buena nutrición regenerativa de células o lo que es lo mismo, comida macrobiótica. No le vale la natural simplemente, que no entiende de Yin-yang. Tampoco llega la psicología, o el yoga, o cualquier otra de las cientos de técnicas de desarrollo humano que hay en el mercado, aunque sean muy útiles aplicando Yin-Yang y sobre los cimientos de la alimentación macrobiótica bien aplicada por un experto.
Puede contar con mi ayuda como profesor el que desee cambiar un proceso de dispersión mental, se llame como se llame, o cualquier otra efecto físico o mental, con cualquier nombre médico o sin nombre médico.. y a la vez aprender la magia de aplicar Yin-yang en el laboratorio de la cocina y estilo de vida (otros métodos complementarios no médicos).

domingo, 5 de septiembre de 2010

DESARROLLO SOSTENIBLE y MACROBIOTICA

  • El crecimiento no es lo mismo que el desarrollo y el desarrollo no precisa necesariamente de crecimiento.
  • En la naturaleza, todo sistema vivo crece hasta un cierto punto en el que detiene su crecimiento, pero no detiene su desarrollo. El desarrollo puede seguir infinito, pero el crecimiento no.
  • Da la impresión de que quienes diseñaron el indicador no sabían que hay cuatro operaciones aritméticas, porque en el PIB todo se suma.
  • En toda sociedad parece haber un periodo en el cual el crecimiento económico, convencionalmente entendido, genera un mejoramiento de la calidad de vida. Ello sólo hasta un punto umbral, cruzado el cual el crecimiento económico genera un deterioro en la calidad de vida.
Manfred Max-Neef

Hace Poco escuché el esclarecedor video de Manfred Max-Neef (http://www.blip.tv/file/2951120), que expone desde una perspectiva sociológica el tipo de “desarrollo” en el que estamos todos participando mecánicamente. Traducido a una jerga corporalista, se podría decir que participamos en una metástasis de cáncer del cuerpo social humano. Parte de los humanos somos células cancerosas y el dinero es la sangre por la que se expande la metástasis del cáncer a todo el cuerpo.

Como en este blog usamos mayormente una jerga macrobiótica, usaré las dos primeras frases famosas de Manfred para hacer una analogía con nuestro desarrollo humano.
El cuerpo “crece” hasta cierto punto y luego nos seguimos desarrollando sin “crecer” más físicamente. Desarrollamos nuestro juicio, responsabilidad, creatividad y otros aspectos. El problemas es cuando este desarrollo del juicio no se produce y se sigue deseando “crecer” con el engañoso mito del “más” MAS... Conocimiento, dinero, amigos, hacer, tener...

La escuela macrobiótica y otras varias, enseñan a desarrollar el propio juicio y creatividad. No enseña “crecer mas”, en el sentido del conocimiento, dinero, fama, amigos y otras varias cosas que persigue todo el mundo. El que persigue estas cosas como fin de su vida no ha de conocer la macrobiótica para nada pues la contaminará o lo rebajará, usando el concepto de un modo erróneo o limitado.
Si busca la Salud.... individual, familiar, social, medioambiental.. La Justicia, el Amor, El Paraíso, la Libertad... O cualquier simbolismo que signifique desarrollarse como humano en armonía con todo, entonces resulta muy útil la macrobiótica y otras escuelas de desarrollo humano.
Primero hay que cambiar el “mito” a uno saludable, lo demás... la forma, el logos...se va adaptando y tomado gradualmente hacia otra forma.
Cambiar de mito nos cambiará lo que hacemos y el modo de hacerlo... Ir de compras, cocinar, comer, vestir, hablar, pensar, movernos, estarnos quietos, relacionarnos... Hacemos lo mismo, pero no para nutrir, sin enterarnos, el cáncer social, económico y medioambiental, si no para ayudar a sanarlo.

Se empieza por no-hacer, por dejar de hacer infinidad de cosas que se hacen mecánicamente y sin pensar, a la velocidad acelerada y ruidosa que impide parar y observar.
Hace falta pararse, escuchar y reflexionar para comprender porqué es más sano el arroz integral ecológico que el refinado masivo, tanto a escala individual, como familiar, social y medioambiental.
El mito cambia la actitud. No es lo mismo comer arroz integral para el estreñimiento que para salvar la salud del planeta o para desarrollar nuestro juicio y salud para ayudar a nuestra familia y amigos. En el primer caso nos lo comeremos como una especie de castigo o medicamento y en los otros con una actitud de agradecimiento por estar participando con otros muchos, en algo positivo para todos. Igualmente pasa con cualquier otra actividad o método de desarrollo humano, yoga, meditación, artes, deportes, ciencia, profesiones... La motivación, el tipo de mito o deseo último, es lo que hace que estas actividades sean cancerosas o sanadoras. Hasta tomar drogas, emborracharse, fumar o dormir mucho y no trabajar, puede ser sanador, si se hace con la motivación genuina.

Salvo para algunos clarividentes excepcionales, es muy difícil saber la motivación profunda de los demás y no los podemos juzgar meramente por sus actos ocasionales. Hay mucha gente que actúa para quedar bien pero quizá su motivación no sea ayudar, si no tener buena fama o evitar castigos. Otros pueden parecer estar haciendo cosas poco correctas, como el Sr. Schinlder haciendo negocios con los nazis (ver la película “La Lista de Schinlder”), pero su motivación era correcta y los resultados positivos.

Buscar mitos negativos o neutros.. Comodidad, bienestar, satisfacción sensorial... Crea el logos.. El hacer.. Esclavizantes y creadores de sufrimiento. No se trata de rechazar esas cosas, objetos o sensaciones. Vienen por si solas con mitos superiores, como salud, paz, y otros ya señalados antes.

El Desarrollo Sostenible precisa temporalmente de un mito superior, que NO ES ser antisistema, protestando y quejándonos.
La Macrobiótica suele usar una variedad de mitos, según las necesidades y características de cada cual. Los mismos que el Budismo, Cristianismo, Taoísmo y cualquier otra cultura (Comed los frutos locales y del tiempo principalmente), pero es espíritu ha de ir más allá, a la acción, AL GRANO. Comer grano integral, sobre todo arroz, masticando y ensalivando bien, marca la diferencia entre creer y actuar dogmáticamente y comprender la intención de quien invento cualquier creación humana.. Religiones, ciencias, artes, comercio, sexo, drogas y rock and roll... Comprendiendo la intención se puede actualizar, corregir, hacer crecer o disminuir, etc. Sin comprender la intención no se sale de la dualidad de estar a favor o en contra... o indiferente.. y las correspondientes reacciones de rechazo, apego o ignorancia. ¿Cuál puede ser el mito del desarrollo sostenible? Erewon? Paraíso? Shambala? ... No sé.. Según lo que le vaya mejor a cada cual, siempre que su logos sea de ayuda a los demás y la diversidad ecológica y cultural del planeta. El macrobiótico se debe adaptar en la forma a los demás y no esperar que los demás se adapten a los gustos de uno, pero no debe dejar de tener presente su propio mito, una vez que lo ha experimentado.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Comer para volvernos más dispersos, irreflexivo y superficiales o para volvernos más concentrados, reflexivos, cuidadosos y profundos.


En el artículo “Control Emocional Espontáneo” escribía sobre la importancia del mito de lo que queremos llegar a ser para poner orden en el logos, lo que “hacemos” con lo que “tenemos”.

En un blog macrobiótico hay un mito detrás sobre el que se mueve todo lo demás, lo que se hace, escribir unos conceptos u otros es este caso.

Los profanos o principiantes ven en la macrobiótica un recurso para adelgazar, limpiar u otros efectos físicos que le preocupan. No está ni bien ni mal. Es así y no puede ser de otro modo.

Los que llevan un tiempo practicando se llegan a dar cuenta de que han cambiado personalmente. Están más centrados, son más pacientes, más relajados... y empiezan a estudiar con otro interés, sin preocuparse tanto por los síntomas físicos si no con un interés más genuino por aprender, empezando a disfrutar de aprender algo que empiezan a vislumbrar muy valioso pues les da acceso a sí mismos, a cambiarse a sí mismos.

Los que llevan unos meses o uno o dos años empiezan a disfrutar de la habilidad de aplicar Yin y Yang, no solo en la comida, también en el pensamiento, las actividades físicas y todo lo demás. Pueden practicar remedios naturales, yoga, meditación, deportes, artes, relaciones, trabajo profesional y cualquier otra cosa del “hacer”, con las gafas mágicas de Yin-Yang que cambia la dualidad bueno-malo por causas y efectos o relación dependiente de factores.
Se deja de ser alguien que busca remedios milagrosos o salvadores externos para ir siendo alguien que depende de su habilidad para elegir lo que “hacer” para acercarse al mito, al símbolo ideal más allá de los conceptos al cual se le pone un nombre a sabiendas que el nombre no es el auténtico mito, pero lo señala. Se va dejando alegremente ser alguien superficial, disperso e irreflexivo, incluso al precio de que los demás de toda la vida no entiendan que se está haciendo, a no ser que también participen en la aventura.

Cuando se llevan mucho años, sin proponérselo, se ha ayudado a mucha gente a reconducir su vida, su salud. Uno mismo se ha vuelto firme en si mismo y no hay viento de modas ni propaganda que lo arrastre, solo le puede cambiar en la superficie, como las estaciones visten la montaña de distintos colores en cada estación.

No pierdas el escaso tiempo de vida humana en perseguir modas y buscando quien te divierta, te sane o te de solucione tu insatisfacción y ansiedad. Empieza por cocinar y comer cotidianamente estilo macrobiótico y lo demás va ocurriendo espontáneamente.