Escrito de los boletines de la PAM (1997-2002)
En el artículo del boletín de junio sobre los lácteos se comentaba la influencia positiva de la leche y derivados en el desarrollo del SIDA.
Esto chocó a varios de nuestros lectores por lo que añadimos este apunte para aclarar un poco más el tema.
Esto chocó a varios de nuestros lectores por lo que añadimos este apunte para aclarar un poco más el tema.
En el libro de la foto SIDA, Macrobiótica e Inmunología Natural, AUTOR:Michio Kushi y Martha C. Cottrell, M.D., se explican muchos estudios interesantes sobre los que me apoyo, además de otros estudios y experiencia directa:
El 99% de los hombres que contrajeron SIDA no tuvieron una lactancia materna clásica.
La leche contiene más de veinticinco proteínas no asimilables, lo cual produce respuestas antigénicas o alérgicas.
Estas sustancias producen un estrés o agotamiento inmunológico al utilizar grandes reservas de la llamada inmunoglobulina A (IgA), sobre todo de los intestinos, los pulmones y del hígado.
Si cuando hay reacciones de expulsión de tóxicos, como resfriados, fiebre, diarreas, tos, etc.( que tienen muy a menudo los consumidores de lácteos) atacamos estos síntomas con medicamentos, drogas, alcohol...que es lo habitual... para “no parar por un simple resfriado”…. el resultado es un bombardeo a nuestro sistema natural de defensas.
A la gente sumisa a las ideas propagandísticas del poder economicista dominante no se les ocurre otra cosa, cuando hay síntomas de eliminación de tóxicos, que tomar más leche y medicamentos.
Pensar que la leche es buena para enfermedades , como el SIDA, el cáncer, la osteoporosis, y otras en las que el sistema inmunológico está destrozado, es pues un error, letal en los más débiles.
Esto no quiere decir que la leche produce directa e inmediatamente SIDA, sino que participa como una pieza más del arma en manos de la enfermedad peor de todas, llamada arrogancia o aferramiento testarudo y fanático a visiones y opiniones erróneas inconscientes, con la cual se intenta matar los virus sin ir a las causas que hacen que estos aparezcan.
Lo único que hacen los lácteos es dificultar la recuperación o contribuir a empeorar, sea SIDA o cualquier otra enfermedad.
Los informes de los que dispone la PAM sobre amigos con SIDA y la experiencia directa en algún caso con la dieta macrobiótica y el modo de pensar macro, han dado resultados positivos, lo cual demuestra que la lógica macrobiótica no es una mera filosofía para entretenernos, sino algo muy práctico.
La ciencia moderna, en poder de mezquinos intereses ególatras. La mayoría de la población aburguesada y sumisa a ese poder que oscurece y los idealistas socialistas o comunistas que a fin de cuentas buscan apoderarse de esa ciencia, nos alejan de la visión que busca la armonía con la naturaleza y están en guerra con esta.
Nuestro cuerpo no es otra cosa que la naturaleza. Está hecho de los mismos átomos que todo lo demás, en diferentes proporciones.
La leche de vaca, de conejo, de ballena...todas las leches son diferentes; llevan distintas proporciones para cada especie.
Ningún animal se alimenta de la leche de otros una vez destetados. Es lógico que los nómadas o en épocas de catástrofes se coma cualquier cosa...incluso leche, pero una vez establecidos no hay que tomar ésta, y mucho menos dársela a los niños y enfermos.
La leche contiene más de veinticinco proteínas no asimilables, lo cual produce respuestas antigénicas o alérgicas.
Estas sustancias producen un estrés o agotamiento inmunológico al utilizar grandes reservas de la llamada inmunoglobulina A (IgA), sobre todo de los intestinos, los pulmones y del hígado.
Si cuando hay reacciones de expulsión de tóxicos, como resfriados, fiebre, diarreas, tos, etc.( que tienen muy a menudo los consumidores de lácteos) atacamos estos síntomas con medicamentos, drogas, alcohol...que es lo habitual... para “no parar por un simple resfriado”…. el resultado es un bombardeo a nuestro sistema natural de defensas.
A la gente sumisa a las ideas propagandísticas del poder economicista dominante no se les ocurre otra cosa, cuando hay síntomas de eliminación de tóxicos, que tomar más leche y medicamentos.
Pensar que la leche es buena para enfermedades , como el SIDA, el cáncer, la osteoporosis, y otras en las que el sistema inmunológico está destrozado, es pues un error, letal en los más débiles.
Esto no quiere decir que la leche produce directa e inmediatamente SIDA, sino que participa como una pieza más del arma en manos de la enfermedad peor de todas, llamada arrogancia o aferramiento testarudo y fanático a visiones y opiniones erróneas inconscientes, con la cual se intenta matar los virus sin ir a las causas que hacen que estos aparezcan.
Lo único que hacen los lácteos es dificultar la recuperación o contribuir a empeorar, sea SIDA o cualquier otra enfermedad.
Los informes de los que dispone la PAM sobre amigos con SIDA y la experiencia directa en algún caso con la dieta macrobiótica y el modo de pensar macro, han dado resultados positivos, lo cual demuestra que la lógica macrobiótica no es una mera filosofía para entretenernos, sino algo muy práctico.
La ciencia moderna, en poder de mezquinos intereses ególatras. La mayoría de la población aburguesada y sumisa a ese poder que oscurece y los idealistas socialistas o comunistas que a fin de cuentas buscan apoderarse de esa ciencia, nos alejan de la visión que busca la armonía con la naturaleza y están en guerra con esta.
Nuestro cuerpo no es otra cosa que la naturaleza. Está hecho de los mismos átomos que todo lo demás, en diferentes proporciones.
La leche de vaca, de conejo, de ballena...todas las leches son diferentes; llevan distintas proporciones para cada especie.
Ningún animal se alimenta de la leche de otros una vez destetados. Es lógico que los nómadas o en épocas de catástrofes se coma cualquier cosa...incluso leche, pero una vez establecidos no hay que tomar ésta, y mucho menos dársela a los niños y enfermos.
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