viernes, 8 de abril de 2011

REDIMIRNOS DEL MAL USO Y REDIMIR

Un artículo sobre un testimonio de tratamiento macrobiótico del autismo, http://macrobioticautismtreatment.com , me da estímulo para una nueva parrafada de motivación, pues no hay interés, ni se aprende, ni se practica algo, sin una fuerte motivación, como tuvo y sigue teniendo la madre del artículo.

Redimirnos ocurre por una motivación fuerte, que a su vez viene de la clara toma de conciencia de algo. En Wikipedia lo define así:

La redencion es el resultado de redimir. Un redentor es una persona que redime. Se entiende por redimir (del latín redímere, del prefijo re-, de nuevo, y émere, comprar):
  • Liberar a alguien del dolor o de una mala situación.
  • Volver a adquirir algo que se había perdido.
  • Conseguir mediante pago la libertad del esclavo o el cautivo.
  • Comprar de nuevo una cosa que se había vendido o empeñado.
  • Hacer actos malos o perjudiciales para tí u otra persona, aceptarlo de frente y cambiar realmente, ayudando a subsanar el daño, hasta que esa persona y tu os sintáis en paz.
Un niño o una niña, como la del testimonio, no se puede redimir por si solo. Depende de sus padres o de otros. Un adulto que no haya perdido el juicio del todo puede redimirse a si mismo, si se entera.
El modo para primero por enterarse y luego por elegir, haciendo uso de su innata libertad, elegir lo que escucha, lee, piensa, cree, come, bebe, compañías, etc. El USO de los que no es “yo” es lo que hace la diferencia.. El uso de la tecnología, de lo que se escribe y se habla, de lo que se hace con todo.. dinero, relaciones, pensamientos, sensaciones... Un modo de uso lleva o tiende a hacernos gente más desgraciada y otro modo de uso tiende a hacernos gente más en paz y feliz con nosotros mismos, pase lo que pase.

Muchos ya vemos que los medios de comunicación, el sistema educativo, el sanitario y casi todo lo de este sistema consumista, está inventado para “no enterarse” y al servicio de seguir educando hacia hacernos pasivos clientes-pacientes y espectadores. Pacientes irresponsables de nuestra salud, clientes esclavos de nuestras necesidades básicas y miles de inventadas, y espectadores televisivos a costa de anular nuestra creatividad natural.

El precio de esa pasividad y uso negativo, que esclaviza en vez de liberar, de lo que hemos ido inventando acumulativamente durante milenios (religiones, ciencias, artes, medicinas...) lo van a tener que pagar nuestros hijos y no lo podrán hacer con una mente tendente al autismo, consecuencia de la cadena de acciones ignorantes de cintos de generaciones entre las que somos un mero eslabón. Un eslabón puede romper una cadena y, aunque sea difícil, se puede empalmar a otra cadena positiva.

Nadie se ha liberado sin enterarse de que estaba atado a un estado de ignorancia. También hay cadenas desde hace siglos de transmisión de conciencia y libertad. Cadenas para redimir del mal uso o abuso de la tecnología, del dinero, de las religiones, las artes, las ciencias... Cada vez que hay una madre que encuentra solución a una situación sin salida de algún hijo se produce una redención personal y familiar y también una oportunidad de mayor redención social y medioambiental.
Lo que ha redimido a la madre y a su hijo no ha sido a ninguna creencia religiosa, ni una tecnología, ni la medicina alopática. Ha sido la amabilidad y el mayor conocimiento del Orden Natural de los amigos macrobióticos que se esfuerzan en difundir para que se enteren los demás y que ayudan en la medida que cada cual ha llegado a desarrollar con sus años de estudio y práctica.
Si tuviera la sensación de tenerme que redimir de algo, buscaría primero entre lo que estoy comiendo, leyendo y escuchando. Incluso dejando durante un tiempo de comer , de leer, de ver y de escuchar a nadie. En total soledad.
Los salvajes indígenas dicen que se mata de hambre a los malos espíritus.. y lo hacen. Nuestra naturaleza humana está hecha para curarse y redimirse por si sola. Si dejamos de meter lo que intoxica y esclaviza, sea sensorial, intelectual, sólido, líquido o gaseoso, vibracional o del nivel de existencia que sea, la redención o liberación ocurre por si misma. Más simple imposible. Dejar de hacer, no-hacer. El vacío o limpieza que ocurre se ha de ocupar luego con comida e ideas que sirven a vivir alegremente, en emocionante y entretenida transformación continua, hasta la última interesante transformación en el paso por este mundo aéreo.
Otro asunto es el de redimir o liberar a otros de algo. Redimir a un hijo del autismo, por ejemplo. No nos va a pedir que lo liberemos pues no diferencia el autismo de otro estado o condición. Igual pasa con familia, amigos y conocidos, con compañeros de trabajo o de profesión, con políticos, educadores, médicos, banqueros, industriales, ganaderos... Con todos los demás.
¿Cómo vamos a hacer si antes no nos hemos liberado nosotros mismos de algunas capas más de ignorancia y oscurecimiento que los demás?
En estos casos, la pasión es fundamental. La compasión. El amor. El apego fuerte a los demás y a nuestro planeta. El deseo de vivir y hacer vivir... Sin perder el juicio por exceso de pasión.
De todos modos, también la pasión con juicio está condicionada por comer bien.

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